Esta nueva tradición navideña tuvo origen en la década de los 70, se cree que surgió esta idea por algunos extranjeros que fueron al KFC a cenar para Nochebuena, ya que ése era el único sitio donde podían encontrar lo más parecido al pavo asado típico de Navidad en Japón. El gerente de la tienda se percato de esta situación y se le ocurrió vender un menú navideño. KFC vio rápidamente un filón y con un buen marketing consiguió que hoy en día sea ya una tradición cenar pollo del KFC por Nochebuena.
Miles de nipones, que no celebran la Navidad en un sentido cristiano como nosotros sino que aprovechan para recoger tradiciones de varios sitios e inventar las suyas propias, hacen cola en los restaurantes de la cadena para adquirir sus productos y consumirlos en sus casas en tan señaladas fechas. Es por ello que tanto KFC como su fundador son asociados inevitablemente con la Navidad, y este señor es casi como el Papá Noel japonés.
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