Es el día en el que se acostumbra realizar bromas de toda índole. Se festeja de distinta forma, dependiendo del lugar.
Dentro de la semana de celebración por el nacimiento de Jesús, la iglesia católica conmemora el día octavo la muerte de los Santos Inocentes en honor a cientos de niños que fueron asesinados por órdenes del Rey Herodes ante su temor de ser destronado.
Desde entonces, ese día de duelo se mantuvo para los creyentes de la fe católica. Sin embargo, la Edad Media se encargó de combinar este rito con otro más pagano conocido como la "Fiesta de los locos", celebrado en los días comprendidos entre Navidad y Año Nuevo. Se dice que estas fiestas eran tan escandalosas, que la Iglesia, en su afán por calmar las excentricidades de sus participantes, decretó que se celebrara el día de los Santos Inocentes.
Se inició de esa forma la unión pagano-religiosa de estas fiestas, donde se juegan bromas de todo tipo a los más descuidados: desde avisos pegados en la espalda al saludar a alguien hasta bromas insólitas que han terminado con los "inocentes" en un hospital, víctimas del susto.
Para el mundo sajón, sin embargo, esta fiesta se celebra el 1° de abril. La fecha probablemente se derivó de Francia a partir del siglo XVIII, pues al cambiar al calendario Gregoriano, muchos olvidadizos o conservadores, seguían ofreciendo regalos de año nuevo el 1° de abril, fecha cuando empezaba el año anteriormente.
Esta fusión de historia, religión y paganismo ha originado a su vez una serie de celebraciones en varias regiones del mundo que incluyen disfraces, música típica y la congregación de las comunidades para participar.
En México, por ejemplo, los medios de comunicación hacen bromas o manipulan su contenido de modo tal que la información parezca real, pero no es más que una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido.
También es importante no prestar ningún bien, sea objeto o dinero, pues el prestatario es libre de apropiarse de los bienes. Esta forma de festejo ha venido a menos en años recientes y ya no es usual que la gente pida prestado con la esperanza de que el prestador no recuerdo la fecha y se le pueda hacer moja con la muy popular frase: "Inocente palomita que te dejaste engañar".
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